jueves, 2 de septiembre de 2010

VESPINO AL un sueño

Recuerdo cuando vivíamos en la salle, en la calle Valencia, los fines de semana, me encantaba observar a mi padre, una persona de la cual aprendí mucho, muchas cosas de las que sé, son el fruto de muchas horas a su lado, aprendiendo todo lo que mi mente de niño podía captar, cada persona es un mundo, pero lo que tengo muy claro es que un padre o una madre sean de una forma u otra, son nuestros padres, y en este caso que de mi padre me refiero, a él le estaré agradecido siempre, cuando uno va creciendo la vida te enseña, que tenemos que tener un poco de empatía con los otros seres que nos rodean, y te haces miles de preguntas, tales cómo, por qué es así, que afecto le dieron cuando era pequeño? Hay muchos motivos en el ser humano, para actuar en el futuro, pero también pienso que depende de las personas, puedes elegir ser de una manera u otra, o elegir lo mejor de nuestros padres y ser lo que quieras ser y dejar atrás lo malo, o mejor dicho anularlo por completo. Ya sé que mientras estéis leyendo esto pensarán que rollo, pero me apetecía contarlo y esta historia esta muy vinculada a los padres que tengo.
Miraba a mi padre con admiración, como desmontaba aquella moto( realmente se denomina ciclomotor), los fines de semana, o la pintaba, la tenía siempre impecable, recuerdo como mi madre le decía ; Jaime se acabo la bombona, y él cogía su Vespino SC e iba a buscarla, y yo lo miraba con admiración y pensaba para mis adentros, ese es mi PADRE. Mi sueño era tener una motito así, y si hay algo que he aprendido, que todo aquello que desees y luchas por ello más tarde o más temprano se te cumple o lo consigues.
Pasaron los años, muchos además, fue en el verano del 89, tenía 16 años, hable con mis padres para saber si me daban permiso para comprarme una moto, sabía que tendría que trabajar para comprarla ya que mis padres no podían, su respuesta fue que si. Gracias a mi tío Marco conseguí trabajar en un bar, casualmente cerca de donde vivía de niño, en la calle Garcilaso de la Vega, el bar se llamaba Bar Oliva,cuál era mi misión? pues ahorrar todo lo que pudiera para conseguir mi sueño, (nota aclaratoria: mi madre tuvo que firmar el contrato de trabajo para autorizar que yo trabajara)
Las cosas en casa cambiaron un poco y mi madre estaba un poquito apuradita, en mi cabeza la cosa estaba clara no clarisima, adiós Vespino, ayudar a mamá.
Continuara!!!!!!

2 comentarios:

Sandra dijo...

Eras un pequeño pive y te portastes como un hombre grande, Mamá estaba y está muy orgullosa de tí, tqm.

dracula dijo...

Precioso comentario el que me haces, muy bonito de tu parte. Creo que la Guapi siempre estuvo orgullosa de todos nosotros, te mando un beso muy grande tqm Van